El etíope Kenenisa Beleke consiguió su segundo título consecutivo de 10.000 metros con un sprint sostenido en la última vuelta que le condujo a la victoria con nuevo récord olímpico (27:01.17) por delante de su permanente escudero, Sileshi Sihine y del keniano Micah Kogo, dejando a Haile Gebreselassie sin medalla en su última carrera en pista.
La final directa, con 39 atletas en la salida, discurrió a la usanza africana, a tirones. El segundo, a cargo de los hermanos eritreos Tadesse, Kidane y Zersenay, formó una larga fila que ocupaba media recta. El objetivo consistía en castigar las piernas de los etíopes, que había logrado doblete en Atenas 2004 con Bekele y Sihine.
El keniano Micah Kogo tiró a un kilómetro de la meta pero no hizo daño. A la última vuelta llegaron juntos los tres etíopes y la historia se repitió: Bekele volvió a vencer con nuevo récord olímpico (27:01.17) por delante de Sihine (27:02.77) y de Kogo (27:04.11), que ganó el bronce por milésimas a su compatriota Moses Masai (27:04.11). En sexto lugar, Gebre, como en Atenas, volvió a quedarse sin medalla.
Gebreselassie renunció al maratón olímpico escudándose en la previsible contaminación atmosférica, aunque la realidad minimizó el problema, y anunció que esta final sería su última carrera sobre una pista, a fin de proseguir su carrera como corredor sobre asfalto.
Hace cuatro años, Bekele destronó a Gebre como rey del fondo. Primero le quitó el récord del mundo con una marca de 26:20.31 en Ostrava y dos meses después se proclamó campeón olímpico en Atenas con doblete para Etiopía (Sileshi Sihine).
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